Colaboraciones

por Luz María Solloa García
¿Qué tema más universal y conmovedor puede existir que la muerte? La muerte ha sido el genio inspirador para las religiones, para la filosofía y también para el psicoanálisis. La muerte y su negación -la inmortalidad- ha sido el motor para el desarrollo de la ciencia y de la cultura, pero paradójicamente, nuestra civilización moderna está aterrada ante la muerte en un clima de angustia, neurosis y nihilismo. Nuestra cultura occidental nos ha enseñado a aferrarnos a lo permanente, por ello nos aterroriza vivir, porque vivir es aprender a desprenderse, es aprender a morir.
por Jorge M. Helman
El lenguaje y la palabra, como instrumentos simbólicos, son cruciales en el acto analítico, que definimos como la puesta en escena de un conglomerado de representaciones que han sido torcidas o desviadas de sus cursos esperables. La represión, a la cual Freud gustaba llamar piedra angular del edificio psicoanalítico, es justamente la exclusión de un representante psíquico que, dicho ligeramente, se ha extraviado. Reiteramos, las posibilidades de cura se centran en la esperanza de sustituir un síntoma por una representación gramatical.
por Cristina María Calcagnini
Cuando nos encontramos con un niño aquejado por la angustia, la inhibición o el síntoma, escuchamos en el sufrimiento y el malestar, el enigma de una verdad que lo atraviesa.
El discurso infantil se ofrece a la lectura del analista, en los dibujos, los relatos míticos que el niño crea y en los juegos que despliega. Discurso del sujeto que da cuenta del anudamiento de la estructura entre los hilos de un cuerpo que crece día a día, un pensamiento que se complejiza y un goce pulsional que se va encauzando, que se va tramitando lúdicamente.
por Alberto Sladogna
En cierta medida, una cura analítica se despliega en el terreno de la palabra y el lenguaje. El analizante puede expresarse por medio del oído, y así llegará a describir la imagen del oído. En el caso citado, lo que le dolía al analizante era el oído, y no la imagen o las palabras desatadas por el dolor. Su oído latía o no ante los sonidos o quedaba herido al vibrarle el tímpano. Puede decirse que vivía la pregunta y la respuesta con el cuerpo.
por Cecilia E. Collazo
El trabajo con niños a diferencia del que se lleva a cabo con adultos, da la posibilidad de ser testigo de la estructura que está siendo constituida, dado que está en curso y no cerrada. Esto habla de la no cronicidad de psicosis en niños, tal como puede estar planteada en determinados adultos psicóticos. Y de qué los tiempos constitutivos particulares de cada quién determinan las circunstancias de la psicosis en juego.
por Daniel Sillitti
El psicoanálisis en cierto sentido (...) es un tratamiento que apunta a una sustitución. La sustitución del goce de la sustancia en el cuerpo, por el de la palabra. En cierto aspecto se trata de que el sujeto acepte el goce del sentido que se pone en juego en el análisis. Para ello es necesario que el goce autoerótico puesto en juego en la toxicomanía sea cedido.
Aquí se trata de un tratamiento de lo real por lo simbólico.
por María Cecilia Della Flora
Demandó cierto transcurrir de tiempo, permaneciendo en una actitud pasiva, sin comandar iniciativas hacia él, para que pudiera por sí mismo producir cierto acercamiento. El encuentro que no se asemejara al de alguien gigantesco y omnipotente con un niñito desolado, sino el de dos debilidades que se cruzarían por alguna ruta de la vida. No habría que intentar conducirlo, sino dejarse conducir por él, no buscar que entrara en la lógica propia sino tener en cuenta que allí seguramente se jugaría otra lógica que lo haría conducirse de esa forma.
por Mario Pujó
El psicoanálisis no requiere de la democracia para existir, no representa forzosamente su efecto, ni, necesariamente, realimenta su funcionamiento. Su emergencia debe ser pensada en estrecha relación al surgimiento de la ciencia moderna, como un efecto de su instauración, una consecuencia de su aspiración totalizante, al ocuparse nuestra clínica de aquello que la ciencia desecha en su operatoria, y en psicoanálisis nombramos sujeto.
por Mauricio Szuster
Mística y psicoanálisis, en tanto experiencia, se confrontan con la dificultad de hacer discurso de la compacidad de una falla. Parecería necesario convocar a un tercer místico, Ludwig Wittgenstein, para poder así articular el valor proposicional de la verdad, lo indecible y lo mostrable que convergen en una ética del silencio
por Patricia Cordella
: El siguiente trabajo, nos muestra desde una versión netamente derrideana una lectura deconstructivista de la realidad. Compara los postulados de la modernidad y la propuesta de la posmodernidad, como un volver desde otro lugar a la primera, deconstruyendo. Intenta acercarnos la particularidad de la ciencia como parámetro de la modernidad y critica al psicoanálisis, rescatando ese simple y puro agujero, del que nos habla Lacan, (el objeto a). De allí el título de este trabajo.