Colaboraciones

por Beatriz Cardozo
La autora presenta una hipótesis que en relación a un caso clínico logra abrir el juego a las preguntas: ¿cómo en el síntoma se presentifica un goce pulsional que “no cesa de insistir”? ¿como la compulsión de repetición situada más allá principio de placer, y que habla de la pulsión de muerte, aparece solidificada en el síntoma?
por Silvia Lef
La autora se interroga por la falta en la estructura, y se responde con esta hipótesis: "es pura Letra y pasa, transfiere, en términos de Jacques Lacan, va en el registro oral como Transmisión y Talmud."
por Stella Maris Rodriguez
La autora se autoriza a poner sobre el tapete dos preguntas que hoy más que nunca, suscitan nuestro interés: ¿Qué es el amor? ¿Qué es el amor para el psicoanálisis? Y lo hace mediante un interesante recorrido que incluye a Platón, y al mismo Freud; y acompañada de una hipótesis "es que no hay una sola pasión en la pareja sino que a lo largo de los años las pasiones serán recreadas, motorizando el deseo, el amor y el goce, vía la metáfora del amor."
por Víctor J. Michelón
El autor plantea una reflexión a partir de los diferentes "paisajes" tanto en las prácticas psi, como en las creencias con las que se acercan a ellas los pacientes.
por Luz María Abatángelo de Stürzenbaum - Laura Ruth Yaser
En este interesante artículo, se aborda la historia del Movimiento Psicoanalítico general y local a la luz de una analogía con el desarrollo subjetivo individual. Se postula que a partir del narcisismo originario, el movimiento psicoanalítico -considerado como si se tratara de un organismo-, ha pasado de Narciso a Edipo, y que desde allí, intenta afirmarse en su salida a la exogamia. En este sentido, se consideran los avatares de la aceptación o rechazo de nuevas ideas, las modalidades en las cuales se han desarrollado distintos agrupamientos y las relaciones entre estos, y en cuanto a la transmisión, se observa que la adecuación en la elaboración narcisista se relaciona directamente con la tolerancia, el ejercicio plural y la participación en grupos de trabajo.
por Vivian Bernardez
La autora es Psicoanalista, docente y supervisora. En este interesante texto, nos acerca al quehacer de un analista en tanto artesano. Una apuesta a la "creación" de un sujeto, en el mismo espacio de trabajo.
por Viviana Lanseros
"Son las marcas que cada sujeto porta las que posibilitan el enamoramiento, la ilusión de hacer Uno, pero será de estas de las cuáles deberá separarse para poder posibilitar la emergencia del amor" La autora intenta dar cuenta mediante este texto, de un tratamiento que apuesta a la búsqueda de lo propio, yendo más allá de la ilusión de la completud.
por Beatriz Cardozo
El psicoanálisis a veces toma temas de actualidad y se anima a pensarlos. Este es el caso de Beatriz Cardozo, psicoanalista, que interrogándose sobre el tatuaje y las diversas marcas en el cuerpo, nos orienta a pensar el mismo como elaboraciones subjetivas. Su pregunta resuena: ¿sigue siendo necesario el nombre del padre?
por Juan Carlos Cosaka
Juan Carlos Cosaka es Médico psiquiatra y Psicoanalista. Autor de numerosas publicaciones en revistas, y de varios libros entre ellos Ataque de Pánico, una lectura psicoanalítica. En este nuevo texto intenta transmitirnos lo que se pone en juego en la lectura de un caso, y más aún, en la lectura de lo que se dice del mismo. Su apuesta pone en cuestión algunas preguntas que valen la pena tener presentes: ¿qué se espera de un analista?, ¿qué se espera de un analizante?, ¿cuáles son las coordenadas que harían posible el trabajo de análisis?, ¿todos los consultantes pueden analizarse?
por Sandra Vieira
¨Graciela¨ esta siempre trayendo a la escena sexual a la otra. Es ella quien no puede dejar de mirarla, de compararla consigo, de ofrecérsela al Otro, como modo de suscitar un deseo en él. Imagina al Otro completo y así, con la inclusión de un tercero imagina poder provocar la falta en él... La otra, digna de ser mirada por ella, reeditaría la relación amorosa con su madre, aquella madre que en su ausencia despertó más aún el deseo en ella... La otra, la empleada de la oficina, la ex-novia de su novio, reedita los sentimientos eróticos femeninos, y el recuerdo de la satisfacción anudada a ellos vía el onanismo de los cuales logra defenderse mediante este síntoma conversivo de su mano inmovil, propio además de la neurosis histérica. Así, necesita de esa escena de tres para poder seguir deseando, para lograr mantener un deseo más allá de su propia madre y alejarse de ella por la vía de desear un hombre.