Introducción al Psicoanálisis

por Estela M. Maciel de Chiarvetti
La transferencia es no sólo un concepto nodal en la teoría psicoanalítica, sino que sin el establecimiento y sostenimiento de la transferencia sería imposible la dirección de la cura de un analizante. Atento a su quehacer clínico es que Freud va a descubrirla, a conceptualizarla y la va modificando a lo largo de su obra, por ello les proponemos una lectura de la transferencia recorriendo sus textos.
por Marta Rietti
¨Penar de más¨, es el modo con el que Lacan sitúa la paradojal satisfacción que un sujeto alcanza en su padecimiento. ¨Demasiado esfuerzo, sufrimiento, mal de sobra¨ y desde ahí es pertinente pensar las intervenciones del analista. Dirigirse a hablar a un analista para iniciar un análisis supone para el sujeto pasar, atravesar por aquello que refiere a su propia alienación. Es así que el analista desde su posición y con sus intervenciones, procurará la existencia de caminos más cortos para alcanzar alguna otra satisfacción diferente, que implique una rectificación a nivel de la pulsión. Pero el modo de cómo se piense la teoría tiene consecuencias clínicas y la idea que cada analista se hace del lugar de lo pulsional en la transferencia, va a determinar la clínica de ese analista. Entonces, si hay deseo del analista enlazando demanda con pulsión cada vez que la transferencia las separa, es posible que su intervención haga acto analítico; sacando al sujeto de cierta certeza de ser siendo ese objeto, es decir que algo se pueda abrir y tomar otra dirección. Por eso la clínica es un pasaje: del ello a la contabilidad del inconsciente, del ¨no pienso, entonces soy eso¨ al ¨no soy ahí, pero soy pensado por mis pensamientos inconscientes¨ Un breve relato de la clínica, me posibilitó poner en juego algunas de estas cuestiones. Demasiado hastío de su vida, trastocamiento de su rutina, la hizo consultar nuevamente, ésta vez a una analista. ¿Tiene sentido venir y hablar de tanto dolor? ¿vale la pena? se preguntó entonces. Interrogante singular que a través de la escritura quise poner en relación a su ¨penar de más, demasiado¨.
por Patricia Leyack
En contrapunto permanente entre clínica y teoría este trabajo sigue lo desarrollado por Lacan en relación a los fenómenos psicosomáticos como afecciones en el borde del significante, en las que el cuerpo se ve llevado a dejarse escribir un goce del Otro no tramitado via formaciones del inconsciente. Fenómenos donde el sujeto del inconsciente ha quedado fuera de juego, lo que se escribe en el cuerpo no es entonces para ser leído. El trabajo analítico en estos casos apunta, en su transcurso interrogativo, a "la invención del inconsciente".
por José Angel Zuberman
El objeto del trabajo es romper la sinonimia entre eyaculación y orgasmo masculino, que la Medicina naturalizó. A los efectos se discute la diferencia entre goce fálico y Otro-goce, y la diferencia entre “lo femenino” y “las mujeres”. Un relato del análisis de un paciente varón intenta abrir la discusión sobre la sexualidad de los varones para que la pregunta no quede situada sólo del lado de “ellas”.
por Mónica Ameijeiras
El presente trabajo trata acerca de cómo conceptualizar y abordar desde el psicoanálisis la práctica en Salud Pública con niños comprendidos en lo que los Equipos abocados al abordaje de situaciones violentas denominan Maltrato Infantil. Asimismo facilita pensar como inciden otros discursos en dicha práctica, por ej. el judicial. Viñetas clínicas.
por Luciano Lutereau
En el tramo final de la clase del 17 de diciembre de 1969, en el Seminario 17: El reverso del psicoanálisis, Lacan desarrolla una concepción singular de la interpretación, al ubicarla entre cita y enigma. Si destaco este carácter de “entre”, es porque considero que no se trata de ver en la cita y el enigma dos modos de la interpretación, sino dos condiciones de la misma. De este modo, para dar cuenta de la interpretación es preciso poder definir, en primer lugar, qué son la cita y el enigma, para que la definición inicial –de la interpretación– no redunde en una mera duplicación del problema.
por Mariela Weskamp
En las psicosis nos encontramos con diversos modos de presentación del cuerpo. En este caso la imagen está unificada, pero es una cáscara vacía: no hay objeto en falta que cause el deseo, que anime al cuerpo. Esto se juega en la transferencia que propicia un modo provisorio de movilización deseante.
por Guillermina Díaz
Hay en la historia del movimiento psicoanalítico una deuda no saldada en relación al “malestar que reina en todo lo que incumbe a la formación del analista”. En esa historia encontramos numerosas situaciones donde el llamado “analista” ha quedado más del lado de la burocratización del poder, la lucha por el puro prestigio, en definitiva, el título que nombra la impostura. Y esto vale, aún para los que nos llamamos deudores de la enseñanza de Lacan. Ello resulta del hecho que “Analista” no nombra a una profesión, no es un nombre que algún padre pueda dar, ni se trata de “la etiqueta” que se pega a ningún "ser". El tema de la formación del analista nos compromete a detenernos, re-abrir el debate, sus interrogantes y también las apuestas que sostenemos. Porque no hay “formación suficiente” que cierre lo que de inacabable comporta dicha formación.
por Adriana Bauab
La turbulencia libidinal, en el cuerpo adolescente se agita con un ímpetu desconocido y reclama una reacomodación que requerirá tiempo y esfuerzos para el aparato psíquico. Es una etapa de metamorfosis (umgestalungen), “Metamorfosis de la pubertad”, la denomina Freud, que alude a una transformación radical... Siempre que un padre consulta por un hijo es porque reconoce una insuficiencia para ejercer su función paterna. La angustia es una manifestación permanente en esta etapa que acompaña a padres y a hijos frente a los cambios que se avecinan.
por Esther Mano
Al hablar de los tiempos de la infancia, nos lleva a referirnos a los tiempos de efectuación del sujeto, en tanto este, no está en el origen, como así tampoco el objeto, que no es en sí sino que se engendra. Momentos instituyentes, sostenidos por un orden simbólico, que preexiste al infans y donde el Otro marcará la mueca de partida. Estructura abierta la del infans a formarse, que permitirá al analista, ciertas redistribuciones del goce, dónde los elementos, no tienen aún, lugares establecidos.