Introducción al Psicoanálisis

Sección coordinada por Liliana Donzis
La niebla y el tiempo
por Claudio Deluca

Tal vez, la duda que persiste se relaciona con: ¿por qué sostuvo el paciente el enigma?, Aún provocándole angustia. ¿Por qué no satisfacer la curiosidad buscando la respuesta, la frase correcta? –Tengamos presente que había medios para averiguarlo-. ¿Hubiera tenido algún efecto subjetivo buscar la frase correcta? Tal vez, al encontrarla hubiera sentido la satisfacción de la duda satisfecha, pero no hubiera producido el efecto de verdad que irrumpió en el registro inesperado por el yo y su rodeo. Lo inconsciente no se hubiera producido buscando la verdad fáctica. Es incorrecto suponer que la verdad esta allí, y debemos ir a buscarla. Es en el acontecimiento creador y a la vez creado donde destella la producción inconsciente. Hubo intentos por recordar, pero, ¿qué se interpuso para que no se logre? Veamos: entre el intento por recordar y lo real traumático perdido por estructura, queda la verdad –en este caso la frase-, la cual surge, pero a la manera de un oráculo, ya que no dice a quienes dejar ó a quienes cuesta mucho dejar. La pérdida estructural, momento lógico del origen de lo traumático es inaccesible para el rodeo voluntario de la conciencia. Siempre se buscará por los caminos de las falsas conexiones, dando como resultado el extravío del sujeto. Solo el dispositivo promueve a través del discurso silente del analista la posibilidad de producción subjetiva, en ese momento actual, sincrónico se producirá un saber verdadero.
Discurso silente en línea con la docta ignorancia que parte de la premisa de olvidar lo que se sabe.

Las versiones del padre y sus efectos en la subjetividad.
por Vanina Daraio

El Edipo freudiano, podría decirse, con relación a la formalización propuesta por Lacan implica al significante del Nombre del Padre en tanto significante que opera en la transmisión de la Ley y ordena el mundo simbólico del sujeto, poniéndose esto en juego, en las coordenadas subjetivas que serán consideradas en la clínica psicoanalítica. Se trata entonces del padre simbólico, al respecto Liliana Szapiro dice: Es importante recordar que la función fundante de la cadena significante que posibilita la operación del sujeto es la función paterna”.
Padre simbólico que impone la ley y regula el deseo, ley en el plano simbólico. Formalización del Edipo propuesta por Lacan en su desarrollo de la Metáfora Paterna, función del padre en tanto significante que limita el deseo de la madre. En "De una Cuestión Preliminar ", se trata del significante del nombre del padre en tanto significante que en el Otro como lugar del lenguaje, es el Otro como función de la ley. Habrá entonces normalización de la sexuación, un goce acotado, goce que se faliciza, es enmarcado, limitado por este significante, produciéndose un efecto de anclaje a una significación central común: la significación fálica.

La Droga ni avanza, ni retrocede. Existe.
por Daniel Argibay

Ya antes de los año 30, S. Freud propone una relación entre la adicción y la espiritualidad. Se trata de una correspondencia que hace el padre del psicoanálisis entre los narcóticos y los consuelos religiosos, la adicción y la religiosidad. “Evidentemente, el hombre se encontrará así en una difícil situación: tendrá que confesarse su total desvalimiento, su nimiedad dentro de la fabrica del universo; dejará de ser el centro de la creación, el objeto de los tiernos cuidados de una providencia bondadosa.” Pareciera que el hombre no puede abstenerse del consuelo de la ilusión religiosa tanto como del uso de sustancias adictivas. La una como las otras están siéndole precario sopote para intentar tolerar la realidad, las fallas, los límites, el fin. Es en la adolescencia, esta etapa que en algunos, cada vez mas, es temprana en comenzar (9/ 10 años) y tarde en finalizar (35/45 años), donde el sujeto debería poder ya valerse y cuidarse por si mismo que aparecen junto con el consumo y el abuso, las adicciones. Esto, que suena muchas veces como una sola cosa, no lo es. El consumo no es lo mismo que el abuso y el abuso no es lo mismo que la adicción. El consumo continuo puede llevar a la satisfacción sustitutiva; el abuso en cambio conduce al total aturdimiento, a la absoluta insensibilidad y puede terminar con la vida. Pero la adicción es otra cosa, La “a-dicción es, en tanto acto, una puesta en juego del destino del sujeto. No importa ya que es lo que el “a-dicto” no puede decir acerca de si mismo, no se trata de silencio de palabras, sino del lugar que ocupa en el destino de si mismo cada uno de estos seres humanos.

¿De qué hablamos cuando hablamos de perversión?
por Edit Beatriz Tendlarz

La palabra “perversión” siempre ha tenido en psicoanálisis una carga díscola de interpretaciones. Ese carácter díscolo se multiplica al exterior del campo psicoanalítico, en el llamado lenguaje corriente. Por eso mismo, porque se trata de un término inevitable, con peso propio y usos que a veces pueden parecer insólitos para los legos, resulta importante analizarla y evitar malentendidos, malentendidos incluso psicoanalíticos, de algo que ha sido desde sus orígenes fuente de innumerables dificultades.

Relevos: La palabra arrinconada. Parte 2
por Jorge M. Helman

Élisabeth Roudinesco implementa un concepto muy fértil con relación a la generosa obra de Lacan (¡tan abundante como la de Freud, ya que se expandieron ambas a lo largo de casi cuarenta años!); se trata de la noción de relevo teórico, que también puede ser designado como giro semántico. Es posible utilizar una unidad semántica para darle un significado y luego mudar los contenidos de la definición haciendo permanecer a dicha unidad de forma imperturbable. Voy a ilustrar lo antedicho con el concepto freudiano de INCONSCIENTE. Erróneamente se podría pensar que éste se extendió inconmovible a lo largo de toda su escritura. Esto no es así; por el contrario, encontramos en Freud cuatro definiciones distintas de Inconsciente que se han desplegado en diferentes épocas.
¿Cuáles son? Tenemos un primer momento que se vincula con el rellenado de las huellas mnémicas. Recordemos, en todo caso, la designación, que él implementa junto a Breuer, acerca del grupo psíquico separado, aquello que se había exiliado de la conciencia, se había fugado y había construido un grupo psíquico separado. La terapéutica, por aquellos tiempos, consistía, precisamente, en el rellenado de las huellas mnémicas. Este es el embrión del concepto de inconsciente (¡aunque no aparezca aún la palabra!); luego, éste surgirá con la nomenclatura de inconsciente descriptivo y, posteriormente, como inconsciente económico, dinámico y tópico.

Seminario: Más allá del principio del placer
por Daniel Larsen

El descubrimiento freudiano no se agota en el inconsciente y sus formaciones, plantea, a partir del conocido “giro de los años 20”, un “más allá del principio del placer”. Las formulaciones que Freud desarrolla en el texto “Más allá del principio del placer” no provienen de especulaciones filosóficas, sino que surgen de las observaciones en la clínica. Está forma de proceder caracteriza la forma en que Freud fue construyendo sus teorías. En el psicoanálisis siempre hay una conexión estrecha entre lo teórico y lo práctico. Si se pierde esto, se pierde el psicoanálisis. Freud intenta dar una explicación teórica de lo que encuentra en la práctica, a través de conceptos que son sus herramientas de trabajo. Si no le servían en la práctica, los reformulaba o desechaba. La teoría estaba, para Freud, al servicio de la clínica mas allá de cualquier clase de dogmatismo.

Imagen: ¿Invención de un cuerpo?
por Edit Tendlarz, Gastón Gómez, Ana Oldecop . y María Belén Silva Salas

El cuerpo ha tenido sus vaivenes en esta era de imágenes que pululan gracias a los gadgets tecnológicos, los cuales se imponen cotidianamente en nuestras vidas. Sin embargo hay algo atávico en el humano relacionado con la imagen. Es conocida la maquinaria de medios gráficos y audiovisuales, como la publicidad, que determina un ideal al cual obedecemos. Decimos “obedecemos” porque, aún en nuestros días, personas “informadas” nos sometemos a estas imágenes que representan en algún punto lo que deberíamos, ya no hacer, sino ser. Para ejemplificar dicho atractivo tomaremos la anorexia-bulimia como representante de la problemática planteada. Sobre lo que se impone, nos preguntamos quién es quien lo quiere en ese lugar. Ya que, tal como afirma Lacan en el Seminario XI, “No hay causa sino de lo que cojea.”

El encantamiento de la psicosis para los recién recibidos
por Martín H. Smud

Con una paciente psicótica no me puedo identificar, su desencadenamiento me deja tranquilo de que no me va a pasar, aún pudiendo tomar esa distancia, me angustio. Mariana, una de mis primeras pacientes que atendí siendo recién recibido se desencadenaba ahí delante. Me decía: Dígame la verdad, ¿mi papá está vivo? La subjetividad puede llegar hasta lo real y diluirse en él. Es el desencadenamiento maníaco de Mariana que tanto ha estudiado Colette Soler. Siente que el padre muerto hace siete años, no ha muerto, le estaban haciendo una broma e iba a aparecer en cualquier momento. Y por eso me preguntaba acerca de la verosimilitud de la muerte del padre. Tenía alucinaciones auditivas y visuales que le traían la presencia del padre que había sido un experto en momificar animales (rescatarlos de la muerte dejándoles esa mirada viscosa que tanto me llamaba la atención también en Mariana). Con la paciente hay que hablar. Hay algo que decir ahí para volver a construir algo de la cadena desencadenada.
Viviana San Martín, Silvia Oliveira estaban trabajando el tema de la necesidad de la multiplicación transferencial en la psicosis. Por eso en el box del hospital durante años seguimos a esta paciente conjuntamente con la Dra. Oliveira. Y la última vez que ví a la excelente profesional que es Silvia, me dijo que diez años después todavía la seguía atendiendo. ¡El tema de la terminación de los tratamientos de pacientes psicóticos!

Maestro y discípulo
por Teodoro Pablo Lecman

¿Las afirmaciones en nuestro campo, dan para todo?

En algún lado, preferimos no personalizar, porque es cómo señalar el lugar de la Mancha, el Río de la Plata, oscuro escotoma, leemos con asombro ésta, respecto a Masotta: “para mí fue mi maestro, él también me consideraba su discípulo, como se sabe en eso no va una cosa sin la otra, necesita ser recíproco para que sea efectivo.” “Como se sabe” o “lo dijo Lacan” resultan piedra libre para decir cualquier cosa, pretendiendo evitar toda crítica. Criterio de autoridad invocado. Habitual en nuestro medio “psicoanalítico”, como los happax, clinámenes, hallazgos únicos y nuevas invenciones: 5 sujetos en Lacan, 3 teorías del goce, etc. ¿Quién da más? Se deducen de ahí las consiguientes intervenciones manipuladoras en análisis, no hipotéticas, sino “actos” que uno hace con “sus” pacientes, como si fueran sus objetos. Los incautos parecen morder el anzuelo. No nos imaginamos cómo sería la reciprocidad de Virgilio, en el paraíso, el infierno o el purgatorio, interpelado por Dante: tu sei il mio maestro e il mio autore, designándolo a Dante como su discípulo, siglos mediante.

El Consumo de Alcohol. Diferencia entre lo cultural y el abuso.
por Daniel Argibay

El alcoholismo en sus caracterí­sticas generales es semejante a otras adicciones a drogas, si bien distintos autores acentúan la base depresiva del sujeto (más allá de la estructura psicopatológica de base) en una equivalencia de la bebida alcohólica con la leche como medio por el cual se calmaran angustias o ansiedades infantiles, como suministro incondicional e ideal que asegurara la presencia de quien ejerciera la función materna de cuidado y alimentación. El intento en el beber se orientarí­a a llenar un vací­o, en un movimiento impulsivo que, revitalizando la lógica de la necesidad, urge la incorporación del lí­quido en grandes cantidades. El dolor psí­quico, intolerable, exigirí­a en estos sujetos el intento de su cancelación. Freud se refirió a las drogas definiéndolas como "quitapenas" que permitirí­an esquivar los lí­mites que la realidad impone y acceder a un mundo que ofrecerí­a mejores condiciones de sensación, planteando que el hombre necesitarí­a recurrir a lenitivos para poder soportar el dolor que la existencia plantea. Y en 1912, en "Sobre la degradación de la vida erótica", texto incluido en " La Psicologí­a de la vida amorosa", hace una alusión directa al alcoholismo, diciendo que la relación del bebedor con el vino evocarí­a la armoní­a más pura, "como un modelo de matrimonio feliz", preguntándose por qué la relación del amante con su objeto sexual serí­a diferente. El alcohol en exceso, como otras drogas, facilita al sujeto poder escapar al peso de la realidad, refugiándose en un mundo que ofrece “mejores condiciones de sensación”, pretendiéndose, a través de la intoxicación que provoca, eludir o aliviar el dolor que el vivir la realidad supone.



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