Introducción al Psicoanálisis

por Analía Stepak
Poder situar la modalidad por la cual un sujeto se ha confrontado con su angustia, con sus síntomas y sus duelos, y fundamentalmente el modo con el que ha podido operar con lo real, subraya con énfasis lo que ya suponíamos: que el final del análisis no evita la angustia; en el mejor de los casos, permite que un sujeto advierta dónde se entrampa para, una vez atravesado este punto poder, relanzar su deseo. Escribir el afecto como efecto para hacer surgir la causa.
por Noemí Auletta
El mito aparece para velar algo que es del orden de lo imposible. La tarea del analista será la de ir aislando la forma repetitiva en que aparece la novela familiar en el discurso del paciente, tratar de ir situando los distintos tiempos en los que aparece el mitema. Esto que se repite en el decir, adquiere valor significante. La repetición nos muestra entonces el lugar que él va a tener en relación al Otro. En lo que el paciente cuenta se revela la sintaxis, cómo se incluye el sujeto y cómo va construyendo el argumento fantasmático. En la neurosis, el inconsciente chilla, patalea, vía repetición. Su motor es el goce...
por Luis F. Langelotti
El autor ofrece un recorrido desde la óptica de los maestros del psicoanálisis y su propia articulación personal para favorecer el abordaje a interrogantes como los que sugiere en este párrafo: ¨¿Es el significante, en la estructura psicótica, realmente significante en el sentido de que hace signo de la presencia de un sujeto o más bien es signo sin más, en tanto representa al sujeto como cualquier otro objeto puede serlo (o sea, lo realiza imaginariamente, lo nombra plenamente en su ser de sujeto, es decir, lo anula en su falta constitutiva)? Quiero decir: si el significante es lo que representa al sujeto para otro sujeto en el sentido de una división, ¿es entonces el significante, en la psicosis, significante? De no ser así: ¿cómo llamarlo?...¨
por Mónica Beatriz Peisajovich
La pedofilia no es difícil de detectar en la clínica con niños pequeños solamente se trata de escuchar el exceso del Otro que como tal: es siempre sexual y es una parafilia que consiste en que la excitación o el placer sexual se obtienen a través de actividades sexuales con niños, es el “cuerpo” del niño lo que vale para el pedófilo. El niño como sujeto no es tomado en la cuenta sino como un puro objeto de goce mortífero, pura pulsión de muerte para el niño en cuestión. Parafilia es una palabra que proviene del griego y cuyo significado es al margen del amor, al margen de la pulsión de vida diremos con Freud.
por María Laura Paz
El problema de la ética y la moral es un problema que nos acompaña permanentemente en nuestra práctica. La filosofía todo el tiempo utiliza estos términos como sinónimos y para el psicoanálisis solo se recubren en parte. Donde se recubren y donde se distancian?
Moral como norma general, del orden de lo universal, aplicable para todos en todos los casos. Ética como el recorrido subjetivo, la lectura de la norma, la reflexión- inflexión respecto de la moral.
La pregunta por cómo se resuelve la tensión entre lo general y lo particular, entre la estructura y lo singular de la subjetividad, es una pregunta en el ámbito de la teoría. En la clínica, la ética está dada por el inconciente.
por Fernanda Trezza
¿Qué quiere una mujer? Esta pregunta es un enigma desde tiempos inmemoriales; es una de las preguntas que Freud dejó sin responder y sobre la cual las mujeres, sorprendentemente, tampoco han podido esclarecer demasiado. Freud se refirió a las mujeres y sus enigmas como a un “quebradero de cabeza” (Freud, S. “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras” “Conferencia 33: La feminidad” (1932) Amorrortu editores, Tomo XXII, pág. 105.) y es precisamente esto -el hecho de que tantos hombres y mujeres se rompan, se coman, se ocupen la cabeza dándole vueltas al tema- lo que me impulsa a querer arrojar algunas ideas al respecto, con suerte algo de luz para entrar al laberinto.
por Susana Laura Prieto
Valiéndose de un juego infantil, Freud ubica ese más allá del placer que es la construcción del deseo. Tres términos: niño, madre y algo entre ambos que permita una espera. Ese algo es el objeto usado para dejar en suspenso lo inmediato de una satisfacción y poder hacer mientras tanto: suspender la inmediatez, desviar el placer -acciones a producir para incluir lo vivo-.
La transferencia del psicoanalista coloca esa detención, pone un signo menos, hace una falta donde nada faltaba; negativización primordial de la cosa indiferenciada; primer efecto del símbolo destruyendo la cosa, entrada en lo humano; suspensión al infinito de la conclusión, colocación de una mirada que ve más allá.
por Mónica Beatriz Peisajovich
El Niño Salvaje o El pequeño salvaje es una película desgarradora que muestra de manera ejemplar la falta de socialización por el abandono en un caso real. El cine denotó de manera espectacular la cruda realidad de miles de niños en el mundo que padecen malos tratos, el aislamiento, el desinterés por sus vidas, la falta de amor, cuando no el abuso y la exclusión.
Cuenta la película que el psicopedagogo trabaja incansablemente para insertar al niño de Aveyron (nombre de origen) en la sociedad francesa de comienzo del siglo XIX, consiguió ser su mentor y acreditar ante Pinel (reconocido Psiquiatra de aquella época) que el niño podía llegar a ser socializado e independiente. Este film invita al debate de la relación entre lazo social y salud mental.
por Laura Dávila
Comenzaré con una cita de Martín Heidegger: “las palabras son pozos de agua en cuya búsqueda el decir perfora la tierra” Sí, escribir es ejercer el pensamiento a través de la escritura, tomare en esta ocasión, dos conceptos, Inconciente y Sueño enlazados en el origen del psicoanálisis que permiten enredarse y desenredarse para pensar la clínica. Comencé a interesarme por el sueño, en su vertiente de “ser la vía regia de acceso al inconsciente”, me encontré con “Irma, sueño inaugural”. Ahí Freud da un paso, Pero, ¿en qué consiste ese paso? Hace poco leí que Freud entra a ese sueño como médico y sale como analista
por María Rosa Borgatello de Musolino
En la función de lo inconsciente Lacan destaca que lo Real está sometido a la interposición del funcionamiento de lo Simbólico y de lo Imaginario. Los escribimos con mayúscula, porque estamos pensando que refieren a registros de la experiencia y no a meras categorías del mundo. Por esta razón, este acontecimiento ocurrirá cada vez que en transferencia un analizante realice un acto de habla -de palabra pronunciada, parole-. Acontecerá cada vez que el deseo anudado, según los tres registros de la experiencia, determine un sujeto implicado en lo que habla/dice. Si bien este acto mismo lo produce, no alcanza lo Real más que por puntas.