Introducción al Psicoanálisis
por Oscar Mario Gutiérrez Segú
Quien se autoriza como psicoanalista asume el serlo y ejercerlo mas allá de las circunstancias en las cuales tenga que desarrollar su práctica. Teniendo como único límite absoluto el que su ejercicio no puede ir mas allá del campo operatorio determinado por la enfermedad mental. Considero que definir el Psicoanálisis como "lo que se espera de un psicoanalista", supone que aquello que conocemos como Teoría Psicoanalítica que constituye el "corpus" de conocimiento esencial del psicoanalista, se transformará en un elemento operatorio en la cura tan solo a partir del momento en que es articulado con el saber inconsciente obtenido como producto del trabajo de su cura. La Teoría Psicoanalítica es un conocimiento transmisible incluso por no analistas, a diferencia del psicoanálisis que es el producto de esa elaboración en la que confluyen conocimiento, saber y hacer. Su transmisión es posible tan solo en el "uno por uno" de la cura y debe sortear la constante presión de la estructura cuya función es la de sostener el "no querer saber".
por Roberto Ileyassoff
Pese a que Lacan, al principio de su enseñanza, hizo hincapié en el síntoma como sentido emergente de la relación del sujeto con el significante y lo tomó como una verdad articulada a una determinación simbólica, al final de su enseñanza retomó el tema del síntoma en su dimensión real, vale decir en su dimensión de modalidad de goce sostenida desde el axioma del fantasma fundamental del sujeto.
Lacan tuvo en cuenta entonces, dos escrituras del síntoma:
1º) en tanto Síntoma, como disfuncionamiento.
2º) en tanto Sinthoma, como modalidad de funcionamiento, siempre exitosa. (podríamos aventurar: “estetizada”).
En cuanto a la problemática del sentido, es necesario destacar que pese a que Lacan en el último tramo de su enseñanza (Seminario 24) se refiere a la antinomia en real y sentido, él considera que la única excepción a ésta última es el síntoma donde el sentido es real .
El síntoma sería el único “real” del sentido .
Sentido no es sólo significación linguística sino que puede ser tomado como “orientación” del sujeto que impediría su infinita deriva.
por Susana Díaz
por Laura G. Antúnez, Liliana Gimeno y Teresa A. Pantaleo
por Oscar Mario Gutiérrez Segú
Innumerables veces se han comprometido a abandonar su adicción. Aparentemente comprometidos en la labor terapéutica, han tomado conciencia de poner un límite a su enfermedad, volcando sus energías en un proyecto de vida que se presenta como la posibilidad de constituirse en un punto y aparte de un discurso cuyo corolario es la muerte. A pesar de que -y en una monótona repetición- defraudan una vez más las expectativas propias y ajenas puestas en sus dichos. Se los trata de mentirosos y sin embargo no se trata de mentiras en el sentido de la neurosis. Sino de algo que marca una dificultad en lo que respecta a la ética del sujeto: poder sostener la palabra.
por Teresa A. Pantaleo, Laura G. Antúnez y Liliana Gimeno;
¿Cuál es el camimo para comprender las paradojas del amor?
Nuestra investigación comienza recorriendo la organización libidinal que todo ser humano transita hasta llegar a su objeto de amor.
Se nace con toda la libido sobre sí mismo, narcisismo primario. Este estado de indefensión y prematuración biológica con que entra a la vida el sujeto humano necesita la presencia de un otro, la madre. Otro que a través del lenguaje, los cuidados y el sostén facilite la organización de los ritmos hasta conformar el psiquismo.
En el inicio, las primeras experiencias sexuales son autoeróticas, ligadas a funciones de autoconservación, son las que van instalando en el psiquismo las primeras huellas mnémicas de satisfacción.
por Pablo Fridman
por Célio Garcia
R. menor de edad, está internado en institución de recuperación. Declara haber cometido once asesinatos. La institución sólo tiene conocimiento de cinco. "Es matar o morir" anuncia sobre lo que le espera allá fuera. Entiendo que bien o mal, R. sabe que es una persona sacrificada; cualquiera día, cualquiera hora, podrá encontrar la muerte. No habrá proceso, ni tampoco recursos probatorios delante de tribunales de instancia superior. Todo pasa cómo si R. debiese ser sacrificado, sin panegírico, sin culpa por parte de los que se declaran dispuestos a rescatar la deuda social. Atención: él no es víctima. Si lo fuese declararía que sufrió mucho y que los otros son culpables. R. es figura viva del antiguo personaje en el Derecho Romano arriba mencionado cómo homo sacer, de modo que él podría estar muerto sin que su eliminación física sea ocasión para inculpación, ni ritual. Él dijo que había asesinado, eliminado, dejando claro que el homo sacer no tiene recuperación, ni será incluido, siendo él esa vida nuda y cruda vivida como tal en la periferia de nuestras grandes ciudades.
por Sonia Scalise
por Oscar Mario Gutiérrez Segú