Introducción al Psicoanálisis

por Daniel Rubinsztejn
por María Julia Cebolla Lasheras
La sociedad post-moderna, pone en primer plano, problemáticas, que como la violencia y la delincuencia juvenil, remiten a un complejo entrecruzamiento de variables:
*Esta trama, de índole bio-psico-social, dificulta poder establecer una dirección clara y única hacia la resolución de estas cuestiones.
*En el caso de menores con causa penal, la reincidencia aumenta sus índices día a día a favor de una situación social cada vez más critica.
En busca de soluciones, actualmente en Argentina se ha gestado una nueva forma de intervención en esta problemática. Es interdisciplinaria y coordinada por psicólogos.
por Susana Díaz
por Marta Kreiselman de Mosner
por Ana María Sendon
por Enrique Guinsberg
Es por todo esto la extraña pero real carencia, desde hace mucho tiempo y salvo excepciones, de su presencia en la gran mayoría de la producción teórica y clínica psicoanalítica, y la consecuente acusación que se formula a este marco teórico tanto de ser instrumento de adaptación como de su (aunque sea relativa) pérdida de capacidad de comprensión de la dialéctica psíquica del hombre de nuestro tiempo cada vez más cambiante. En efecto, los estudios sobre esto son producto de esferas distintas a las psicoanalíticas y poco provenientes de éstas, que se mantienen aferradas a los aspectos clásicos ya conocidos, o que formulan propuestas teóricas que no las incluyen.
por Marcelo Mazzuca
por Eduardo Canónico
por Claudio Godoy
por Manfredo Teicher
La naturaleza humana impone una Necesidad Narcisista Primordial, que es la necesidad de encontrar la respuesta a las preguntas: ¿Qué soy Yo? ¿Qué valor tengo? Preguntas que surgen de una fantasía innata ambivalente, que acompaña toda la vida del sujeto.
Únicamente algún otro significativo, reconociendo al sujeto, puede dar la respuesta; lo que señala la dependencia del sujeto.
Según la respuesta del otro, el sujeto oscila entre un polo maníaco: “Soy maravilloso. Merezco el reconocimiento incondicional de los otros.” Y un polo melancólico: “Soy despreciable, descartable. No merezco la atención de los otros.” Por un breve instante, la respuesta del otro interrumpe la oscilación; pero al poco tiempo, la duda resurge.