Introducción al Psicoanálisis

por Jorge M. Helman
Un firme concepto que ha brotado de la lingüística establece que los términos se definen en oposición a otros; podríamos decir que una palabra existe para que podamos establecer la diferencia con otras palabras.
El concepto de PLACER tiene la misma cualidad anunciada anteriormente, es decir, al placer se le opone el DISPLACER. En la concepción psicoanalítica, este último término es más importante que el primero ya que él moviliza (y activa) el psiquismo. El pensamiento es hijo del principio del DISPLACER, porque nace de un esfuerzo que realiza el aparato psíquico para obtener PLACER.
por Jorge M. Helman
la historia del miedo nos sitúa en la Grecia arcaica, generosa creadora de divinidades múltiples. Existía para el pensamiento clásico un dios llamado PAN, dotado con atributos particulares [3]. Los pobladores de esos tiempos creían que cuando PAN (o PANIKÓN) se metía en sus cuerpos sus pies permanecerían amarrados, aterrados o enterrados a la tierra y así perderían su capacidad de fuga. De allí derivan palabras castellanas como terror, terrorífico o terrorismo -tan en boga en los últimos tiempos-.
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