Columnas
por Martín Alomo
Es notable el impacto diferencial de la pandemia sobre las personas que padecen enfermedades mentales. La ignorancia al respecto no sólo obstaculizará cualquier objetivo de prevención de una mayor propagación de COVID-19 sino que, además, aumentará las desigualdades de salud ya existentes, en particular, en el área de Salud Mental… Las epidemias nunca afectan a todas las poblaciones por igual y las desigualdades siempre pueden impulsar la propagación de infecciones y el agravamiento de sus consecuencias, como ocurre en las franjas descriptas en este texto.
por Isela Segovia
El mundo retratado por Aldous Huxley, George Orwell o por el cine de ficción aparece como una funesta anticipación. En la historia de la humanidad se cuentan, sin embargo, enfermedades y epidemias que mermaron poblaciones enteras y sembraron el terror en los sujetos que las sobrevivieron. La diferencia estriba en que estamos viviendo esta pandemia en “tiempo real”. Como un real invisible y omnipresente, con un Big Brother que vigila nuestros movimientos y conoce y controla nuestros datos a través de redes sociales y aparatos electrónicos… Esta pandemia, como otros eventos catastróficos, saca a flote lo mejor y lo peor de la especie humana, de nuestra miseria y de nuestra solidaridad. Por lo pronto, todos los días estamos siendo inundados con noticias y cifras, con las imágenes del desastre sanitario y económico que estamos viviendo y del que saldremos, sin duda, pero no los mismos.
por Amelia Haydée Imbriano
La multiplicación vertiginosa de variadas drogas con propiedades psicofarmacológicas es continua. El hombre aquejado por algún padecimiento subjetivo queda perfilado en una figura de “manual” y atrapado en el phármakon. La gestión del discurso contemporáneo ha compelido al sujeto a alcanzar una satisfacción pulsional en forma plena y llevada a cabo con gran perentoriedad. Así surge un sujeto que padece de la adicción a la adición, no tolerando la angustia que genera la diferencia entre lo buscado y lo encontrado…
por Diego Timpanaro
“El neoliberalismo” como expresión significante actualizada del discurso capitalista, subjetiviza los cuerpos, inventa objetos de consumo, “algoritmatiza” la vida, interviene la erótica, dispone de la muerte… El nuevo orden de excepcionalidad que trae la pandemia del Covid-19, no solo presenta la manifestación de un virus más en la historia de la humanidad y sus efectos concretos en la actualidad de esta fase del capitalismo, sino que también podemos observar la posibilidad abierta y efectiva de una nueva modalidad del ser humano: será posible darnos nuevas formas de vida, alternativas, vivificantes; podremos construir una política de la amistad con el otro, en esa irreductible diferencia… La ética, en tanto se trata de los actos, es lo que está en juego en este día y cada día.
por Sergio Zabalza
Se podría considerar la experiencia de la cuarentena como el tiempo para comprender los alcances que la irrupción del virus está cobrando en nuestra subjetividad. Prefiero considerar que la extrema e inédita particularidad presente en estos días de forzado repliegue se corresponde con una suspensión del instante de ver… Que la cuarentena por la pandemia nos permita interrogar la cuarentena impuesta por nuestros fantasmas, allí donde el instante de ver nos hizo en realidad objetos de la mirada del Otro: ése mismo que, por supuesto, tampoco sabe para qué esta ni qué quiere.
por Sofía Rutenberg
Escribí este ensayo que empieza con una poesía. En lo que va de la cuarentena se consumaron 12 femicidios. Es muy difícil, cada vez más, que nuestra sociedad le dé el peso que tiene a la violencia machista. Noto que dentro de nuestra propia práctica, los analistas están muy preocupados por el tono en el que escribimos y no les genera la misma preocupación que asesinen a las mujeres todos los días adentro de sus propias casas.
por Juan Trepiana
En el planisferio se instala la peste, una de miles, el inconsciente colectivo es politeísta y dinámico y creativo ad infinitum, una matriz de nuevas versiones de viejos demonios, de nuevas investiduras a dioses pertenecientes a antiguos eones. His Majesty the virus devora en espejo a los viejos, como Cronos a sus hijos.
por Diana Sahovaler de Litvinoff
Poner a toda la humanidad en cuarentena obligatoria es posible porque la humanidad globalizada ya viene entrenada a las respuestas masivas, uniformes, dirigidas, calculadas. Una cuarentena en la que todos son potenciales enfermos. La concepción previa de una sociedad individualista en la que el otro es contagioso o peligroso, se materializa. Y contamina la concepción del sí mismo: “yo soy potencialmente contagioso o peligroso, culpable”… Podemos vislumbrar que el hombre aislado es más fácil de controlar y manejar.
por Mónica Cruppi
La enfermedad y su riesgo de contagio generan: angustias, ansiedades, temores y pánico, que se anudan con contenidos inconscientes agudizando el peligro real. La pandemia implica un tiempo de suspensión y de readaptación a la realidad con gran incertidumbre porque desconocemos sus alcances y sus consecuencias… Estos tiempos nos empujan a realizar una deconstrucción del sujeto posmoderno centrado en sí mismo hacia un sujeto solidario con conciencia del otro como semejante.
por Marta Gerez Ambertín
La Peste no será vencida con actitudes negadoras, egoístas, irresponsables o llanamente estúpidas como la de ciertos payasos mediáticos. La necesidad de distanciarse físicamente de los otros debe tener el reverso de estar más cerca que nunca en lo moral, afectivo, económico y social… Ni negar ni exagerar, sí colaborar, acatar, denunciar, estar en permanente contacto “virtual” con propios y extraños, respetar y agradecer a los que “ponen el cuerpo” (que en este caso es “la vida”)… Se trata del futuro propio y del país ninguna tarea es demasiado complicada. Algunas veces debe intentarse incluso lo imposible.