Columnas
por Ricardo Klein
En pleno siglo XXI, la sexualidad se halla, como siglos atrás, condicionada inconscientemente. Es menester rastrear la significación que adquiere para cada quien aquello que lo limita o determina. No es suficiente liberar los actos. La huella particular que marca inhibiciones o rechazos, merece ser leída a la letra. Hay un pasaje posible para arribar al propio consentimiento a pesar de los mandatos.
por Alberto Álvarez
En nuestra cultura actual, influyen en el consumo generalizado de tóxicos o de juegos de azar o tecnológicos, la caída de los ideales, la entronización del individualismo, y hedonismo, la banalización del sin sentido de la muerte, la pérdida de ritos en relación a los duelos, la existencia abrumadora de los nadie, con el auge de la cultura mediática y del espectáculo. Cada uno de estos ítems son posibles maneras de accesos a la droga o a algún tipo de adicción, aún sin sustancia tóxica. Para adquirir entidad y protagonismo, cada uno organiza por sí mismo, individualmente su posibilidad de salvación, su propio goce, su propio reino, su propia manera de consumir.
por Sergio Zabalza
Cuando el dolor no encuentra un cauce sobrevienen las peores consecuencias subjetivas: aislamiento, ataques de pánico, culpa y depresión. Cada 24 de marzo dibuja un nuevo trazo con que cernir ese agujero imposible de colmar. Las multitudes reunidas en este día −consagrado de manera institucional como Día de la Memoria, Verdad y Justicia− escriben a través del encuentro de los cuerpos una muy singular apropiación de aquel horror. La memoria es condición del trabajo psíquico necesario para albergar, en un abrazo, a ese Otro ausente que sin embargo nos constituye.
por Pablo Melicchio
La cultura es una máquina de adiestrar pulsiones y, por lo tanto, de enflaquecer los deseos singulares hasta, si es posible, hacerlos desaparecer. ¿Cómo se escapa de ese sistema alienante? Escuchando el deseo propio o lo propio de cada deseo, y es eso lo que hizo Freud con él mismo y con sus pacientes… Para que la subjetividad no desaparezca definitivamente con la maquinaria cultural, los psicoanalistas, sin importar el lugar, el espacio o el tiempo, tendremos que resistir y así colaborar con una empresa fundamental: la de rescatar lo que quede de humano en cada sujeto.
por Valeria Casal Passion
Hoy, 8 de marzo, conmemorando el Día Internacional de la Mujer se espera un paro internacional de mujeres… Hay artistas, que cometen la bendita impertinencia de desafiar equívocos preceptos sociales instalados… Apelando a lo simbólico se metaforiza el horror, la impune estadística de los femicidios en Argentina y el resto del mundo; y en lugar de la muestra de los cuerpos quemados, mutilados, víctimas de la aberración, el fémino real de la muerte es reemplazado por la imagen, la canción o la gráfica. Una manera de soportar lo insoportable. El arte entonces muestra, demuestra y denuncia lo sintomático de su época.
por Mirta Goldstein
Tras muchas e intensas luchas por la equidad entre los géneros, las fuerzas que aspiran a relegar nuevamente a las mujeres a planos de inferioridad continúan activas en nuestras sociedades. Por ello nuestra función es transmitir a las nuevas generaciones el porqué de los reclamos por la igualdad y la no violencia. En un país en el cual los femicidios son pan corriente, algunos de nuestros ideales, principalmente los de libertad de pensamiento y de cuerpos para todos los seres humanos, tienen que ser recordados y defendidos.
por Alejandro Del Carril
En el año 1967 Jacques Lacan advertía que los campos de exterminio nazis eran una muestra de lo que iba a venir como efecto del reordenamiento de las agrupaciones sociales por la ciencia y del desarrollo de los mercados comunes. Como en Auschwitz hay mínima inversión y máximo desempeño. El terror funciona como recurso motivacional. El desarrollo tecnológico y de mercado ha hecho disminuir la mano de obra necesaria, lo que hace que no falten voluntarios para estos campos de trabajo-esclavo, capaces de suplantar a los que ya no rinden lo que se les exige…
por Sergio Zabalza
La empresa neoliberal gusta de pauperizar el legado simbólico de una nación con el argumento de aumentar la capacidad productiva. Bien, si alguien cree que sacrificar el legado histórico favorece la utilidad material, que se ponga a reflexionar. Lejos de procurar riqueza, el pavoroso vaciamiento simbólico que la empresa neoliberal lleva a cabo tiene como objetivo la domesticación de las personas y el empobrecimiento de los imaginarios que nos otorgan consistencia como nación.
por Erika Rosas Martínez
La pantalla resulta ser un espejo en el que se pueden proyectar las más íntimas fantasías, y aunque se crea que los mensajes en los que se vierten estas fantasías y que se envían en palabras escritas, imágenes o voz son para un alter ego electrónico, en realidad se envían como para uno, ya que en esta forma de comunicación el cuerpo queda fuera, está ausente y de esta manera nos convertimos en una onda electrónica que sostiene un imaginario, que a la vez nos sostiene a nosotros mismos. El cibersexo se trata entonces de una pasión sin objeto, sin Otro que medie el goce, por lo que atenta contra el lazo, ese lazo que es símbolo de la falta… Así cuando el ciberespacio funciona como un suplemento de nosotros mismos nos puede librar de cargas innecesarias, pero también funciona como un agente que puede mediatizarnos, provocándonos un descentramiento radical en donde nos es imposible elegir sobre nuestro deseo…
por Mónica Fudin Govednik
Hoy se dice: es necesario un hospital monovalente, que tenga “tantos usuarios”... Es difícil poder pensar primero de que se habla cuando se habla de “usuario”, y si esos supuestos usuarios son los mismos a quienes nosotros llamamos pacientes. Diferencia que no es solo semántica sino que marca una posición frente a un sujeto sufriente. El resaltado de su dimensión simbólica o su falla pueden ser escuchados en el síntoma, en el chiste, y allí se hace uno en el decir. ¿Es lo mismo decir “yo sufro” que “yo uso”? Esta crispación ante lo sintomático de nombrar como usuario a quien sufre, habla más del que nomina que del que es nominado, pues en un hospital un sujeto padece.