Columnas
por Ignacio Barbagallo y Alan Talgham
Los psicoanalistas padecemos de cierta tendencia a la sobreestimación de nuestra disciplina. Estamos convencidos de que la misma sobrevivirá y que la extinción está más bien reservada a otras profesiones y especialidades. Mientras que el eje de la preocupación suele centrarse en la idea de un futuro construido sobre el trabajo de máquinas esclavizadas, quizás lo que debería inquietarnos es la potencial prescindencia del elemento humano en la clínica. El problema, en esto, es si la pregunta apunta no tanto a la posibilidad de la disolución del discurso analítico y su función de síntoma de determinado orden social, sino a algo mucho más prosaico como la migración de los pacientes fuera de los consultorios.
por Martín H. Smud
Partió un fundador consecuente y aventurado a los bordes, un Maestro. Aquel que nominara “compañeros de adentro” y “compañeros de afuera” a quienes realizaban un trabajo conjunto en el hospicio a comienzos de los ’70 por medio de la palabra. Valgan los presentes trazos del autor para ofrecer una semblanza cercana y afectuosa de Alfredo Moffatt.
por Teodoro Pablo Lecman
La vida de las/los analistas no sigue ningún patrón uniforme y toma las derivas de cualquier vida. Con la marca sin embargo peculiar de la apertura al inconsciente, la que no deja de tener consecuencias, a veces trágicas. Otras de outsider. Otras de modas. Otras quizás de clarividencia, pero sobre todo de portador de la cultura de su época y las anteriores si es posible, en la interrogación esencial y desgarrante del Kern unseres Wesen, para que cada cual encuentre su eres eso de Eros y Thanatos y de la contingencia individual y colectiva y asuma su deseo.
por Juan Eduardo Tesone
“El cuerpo es el organismo atravesado por la representación, por el afecto que vehiculizan las palabras y en general, por el imaginario del sujeto y de su entorno. Ni el organismo ni el cuerpo son autónomos respecto al sujeto de deseo. Sufre o goza de sus transmutaciones, naturales o artificiales… He aquí algunos de los interrogantes actuales sobre el cuerpo, la identidad y la sexualidad humana, que han abierto a la complejidad de los nuevos debates sociales, de los cuales, obviamente, el psicoanálisis no está exento… Freud siempre avanzó en sus consideraciones a partir de los obstáculos que le presentaba la clínica, sin prejuicios descalificantes. Hoy los obstáculos provienen de las modificaciones sociales que promueven una subjetividad atravesada por las auto-percepciones corporales, los intersexos, los algoritmos, la inteligencia artificial y la vertiginosidad de los cambios”.
por Mónica Veli
Hoy en día somos testigos de la creación de universos digitales que permiten desplegar todo tipo de lazos en los que la realidad física parece volverse secundaria. Si la realidad psíquica es inseparable de la experiencia del mundo, resulta necesario discernir cómo se ve afectado el cuerpo con el uso de estas nuevas tecnologías y cuáles son las variables que de ellas se desprenden.
por Sergio Zabalza
Desde diferentes ángulos y perspectivas, el tema de la Inteligencia Artificial (IA) hoy ya forma parte de las preocupaciones y fantasías del discurso cotidiano. Lejos de constituirse como espejo de la realidad, el lenguaje crea realidades. ¿Cuál es la diferencia entre este lenguaje que desde siempre nos constituye y la IA?... Hasta nuevo aviso, ninguna IA puede llegar a esta “imbecilidad” que supone interpretar el lenguaje cotidiano a partir de las huellas que aquellas primeras e intransferibles experiencias le dejaron a cada Uno en el cuerpo.
por Raúl Courel
La naturalización de la barbarie augura senderos de repetición. Refiriéndose al nazismo, Jacques Lacan decía en 1964 que “son muy pocos los sujetos que pueden no sucumbir, en una captura monstruosa, ante la ofrenda de un objeto de sacrificio a los dioses oscuros”. El desconocimiento, la insensibilidad y el desentenderse del aspecto sacrificial de nuestra civilización están en todas partes bajo un sinnúmero de nombres. Mientras… el Superyó mira en la oscuridad.
por Patricia Weigandt, Gabriel Pavelka y Mabel Luna
A partir de lo inescribible de la desaparición, y del ordenamiento autoritario expresado en el “¡caminen, marchen…!” del comienzo, las Madres, caminaron y marcharon. Un quehacer de otro orden con el significante amo es una de las formas de la sublimación. Hacer con la terrible orden un bien hacer, acorde al deseo y generando deseo a partir de la desolación. Caminando fueron construyendo símbolos, dejando huellas y tejiendo lazos. Inscripciones que hacen memoria y transmisión. El lugar simbólico que las madres y abuelas inventan les permite enlazarse y extender esos lazos alojando a otros, no sólo alojando a sus hijos.
por Sergio Zabalza
Si prestamos atención a determinados signos, datos que tal acontecer afectivo arroja, bien podríamos concluir que la experiencia amorosa es una suerte de calamidad… las más atroces masacres se han cometido en nombre del amor. La postura aquí brindada consiste en que el Poder anudado al Bien hace del Amor una calamidad para el hablante ser en contraste al amor que “hace falta”. Nuestra pregunta es: ¿Cuál es la versión del amor que hace un lugar a la castración? ¿Cuál es la versión del amor que no empuja a la identificación con el Poder? ¿Es posible una versión del amor que descomplete la ilusión neurótica? Encontramos esta pregunta especialmente oportuna para los difíciles momentos que atraviesa nuestro país.
por Isela Segovia
La historia de las luchas feministas es larga. Los resultados no siempre son suficientes. De hecho, nada es suficiente. Pero los temas que han puesto en la agenda pública han dado lugar al debate y a posiciones extremas. La radicalización del movimiento quizá vaya de acuerdo con los tiempos que vivimos ante la banalización y la invisibilización de la violencia… Las líneas de abordaje desde el psicoanálisis –sufrieron conforme avanzaba el movimiento– críticas por la posición falocéntrica, heteronormativa y patriarcal, de las conceptualizaciones acerca de la sexualidad femenina. Nuevas formulaciones amplían el horizonte. Pese a las críticas vertidas desde el campo del feminismo, el psicoanálisis dio un lugar a la voz de las mujeres, condición –también– para que nuestro campo en constante modificación perviva en un mundo neoliberal, caótico y cambiante.